VIVIR NUESTRO HOY
De pronto una pandemia nos hizo sentir
nuestra verdadera naturaleza humana. Fragilidad y fortaleza al mismo tiempo.
Impotencia y capacidad. Nos recordó que somos parte de una gran familia, que
nos necesitamos todos. Nos invitó a soltar el control obsesivo de nuestro
destino y a abandonarnos confiados en las manos de Dios.
Saint-Exupéry, nos ayuda “a vivir
nuestro hoy” con su oración de los pequeños pasos:
No
pido milagros y visiones, Señor, pido la fuerza para la vida diaria. Enséñame
el arte de los pequeños pasos. Hazme hábil y creativo para notar a tiempo, en
la multiplicidad y variedad de lo cotidiano, los conocimientos y experiencias
que me atañen personalmente.
Ayúdame
a distribuir correctamente mi tiempo: dame la capacidad de distinguir lo
esencial de lo secundario. Te pido fuerza, autocontrol y equilibrio para no
dejarme llevar por la vida y organizar sabiamente el curso del día. Ayúdame a
hacer cada cosa de mi presente lo mejor posible, y a reconocer que esta hora es
la más importante.
Guárdame
de la ingenua creencia de que en la vida todo debe salir bien. Otórgame la
lucidez de reconocer que las dificultades, las derrotas y los fracasos son
oportunidades en la vida para crecer y madurar. Envíame en el momento justo a
alguien que tenga el valor de decirme la verdad con amor. Haz de mí un ser
humano que se sienta unido a los que sufren.
Permíteme
entregarles en el momento preciso un instante de bondad, con o sin palabras. No
me des lo que yo pido, sino lo que necesito. En tus manos me entrego. ¡Enséñame
el arte de los pequeños pasos!
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