ORACIÓN DE PENTECOSTÉS
Ven, Espíritu
de Dios,
y llena
nuestras vidas de tu luz.
Aliento que nos
hace conscientes
de nuestra
radical dependencia de tu amor.
Eres don
gratuito, regalo,
que siempre se
está entregando,
fuente que nos
calma y nos da seguridad.
Danos sabiduría
para vivir
descentrados,
para vivir
conmovidos,
para vivir
unificados,
para vivir
intensamente
la gratuidad y
el silencio.
Enriquécenos
para descubrir
lo profundo de
la vida en lo pequeño,
sentirnos
incondicionalmente queridos,
sabernos
sabidos y aceptados,
saboreando la
presencia acogedora
de un Dios tan
grande y cercano.
Danos fuerzas
para reconocer
nuestra fragilidad,
para salir de
nuestros círculos cerrados.
Libéranos de
nuestros miedos,
de las jaulas
de goma
que roban
nuestra libertad.
Abre nuestros
ojos
para contemplar
tus dones infinitos.
Cambia nuestra
mirada,
hazla limpia,
positiva,
para ver con
los ojos del corazón,
para escuchar
la vida, a los otros, al mundo,
para afrontar
nuevos riesgos.
Tú no pones
condiciones en tus dones.
Danos los que
nos unen a ti y nos hacen libres.
Despierta el
anhelo de comunión
en todo corazón
humano.
Y acompaña con
tu presencia amorosa
todos los días
de nuestra vida.
Amén
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